Obesidad, sobrepeso y Ozempic: lo que hay que saber
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El avance de la investigación farmacéutica y los estudios que constantemente se han realizado en el mundo de la ciencia nos han llevado a encontrar un camino más eficaz para ayudar a pacientes con sobrepeso y obesidad, una enfermedad crónica que está implicada en la principal causa de muerte en el mundo occidental: las enfermedades cardiovasculares.
Como cualquier enfermedad crónica el tratamiento debe ser integral y debemos actuar con cuatro pilares fundamentales. La alimentación el ejercicio físico, la salud mental y el tratamiento farmacológico, siendo este último muy importante y una gran ayuda, pero que si no tratamos las otras tres vías, a medio o largo plazo no servirá para nada.
Los análogos del glucagón son un gran avance de los últimos años para ayudar a solventar la obesidad y sobrepeso. Según como esté registrado en su ficha técnica, estará indicado para el tratamiento de la diabetes tipo 2, o para el tratamiento de la obesidad o sobrepeso. Y en todos los casos el ejercicio físico, la alimentación y el equilibrio mental son fundamentales para que el tratamiento integral sea eficaz.
Ozempic, cuyo principio activo es el semaglutida, es un medicamento utilizado principalmente en el tratamiento de la diabetes tipo 2. Sus efectos se deben a varias funciones:
- Control de la glucosa: ayuda a mejorar el control glucémico en adultos con diabetes tipo 2, en combinación con dieta y ejercicio. Favorece la entrada de la glucosa de la sangre en las células de nuestro organismo y con ello la glucemia.
- Pérdida de peso: como consecuencia del control de la glucemia ayuda a la pérdida de peso, tan importante en paciente diabéticos tipo 2.
- Reducción del riesgo cardiovascular: se ha demostrado que reduce el riesgo de eventos cardiovasculares mayores en pacientes con diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular establecida.
Además, Ozempic actúa como un agonista del GLP-1 (glucagon-like peptide-1), lo que significa que estimula la secreción de insulina en respuesta a las comidas y disminuye la liberación de glucagón, contribuyendo así a la regulación de los niveles de glucosa en sangre. Como cualquier medicamento, debe ser utilizado bajo la supervisión de un profesional de la salud.
Los efectos secundarios más comunes del Ozempic (semaglutida) incluyen:
- Náuseas: es uno de los efectos más reportados, especialmente al inicio del tratamiento.
- Vómitos: puede ocurrir junto con las náuseas.
- Diarrea: algunas personas pueden experimentar cambios en sus hábitos intestinales.
- Estreñimiento: también se ha reportado como un efecto secundario.
- Dolor abdominal: puede presentarse como malestar o cólicos.
- Pérdida de apetito: algunos pacientes notan una disminución en su deseo de comer.
Es importante tener en cuenta que, aunque estos efectos son comunes, no todas las personas los experimentan. Además, algunos efectos secundarios pueden ser más graves, por lo que se recomienda consultar a un médico si se presentan síntomas inusuales o preocupantes.
Tomar Ozempic (semaglutida) sin necesidad, es decir, sin tener diabetes tipo 2 o sin una indicación médica adecuada, puede conllevar varios riesgos y efectos no deseados. Quizás no el más grave, pero si el más frecuente, son los trastornos del tracto digestivo, pues provoca deshidratación de las mucosas, pudiendo afectar a la sequedad de boca, desequilibrio en el microbioma derivado de la deshidratación de la mucosa intestinal y con ello hiperpermeabilidad intestinal. Esto afecta a muchas cuestiones, como la salud bucodental, absorción de nutrientes, inflamación y dolor abdominal. Si nuestro microbioma está en desequilibrio también puede afectar a nuestro sistema inmune, y a través del eje intestino-cerebro a nuestro equilibrio emocional.
Otros efectos secundarios que debemos considerar son:
- Hipoglucemia: aunque Ozempic generalmente no causa hipoglucemia (bajos niveles de azúcar en sangre) por sí solo, si se combina con otros medicamentos que sí la provocan, puede aumentar el riesgo de hipoglucemia.
- Pérdida de peso no deseada: Ozempic puede causar pérdida de peso, lo cual podría ser problemático si no se requiere, ya que puede llevar a desnutrición o falta de energía.
- Desconocimiento de condiciones subyacentes: tomar este medicamento sin supervisión médica puede enmascarar o ignorar problemas de salud que requieren atención.
- Dependencia psicológica: puede desarrollarse una dependencia psicológica al medicamento para el control del peso o el bienestar, lo que puede llevar a un uso indebido o abuso del medicamento.
Por tanto, debemos estar siempre en contacto con profesionales de la salud que acompañen a los pacientes, asesorando las mejores vías para mitigar los efectos secundarios y conseguir con ello los mejores resultados posibles.
En definitiva, es fundamental usar Ozempic solo bajo la supervisión de un profesional de salud, quien puede evaluar adecuadamente si es necesario y seguro para el paciente.
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