Tratamientos para la incontinencia urinaria
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Para las personas afectadas, la incontinencia urinaria supone un problema con una enorme repercusión social y en la calidad de vida, ya que limita muchísimo la autonomía y la autoestima de las personas que lo padecen. Además, es un problema...
Para las personas afectadas, la incontinencia urinaria supone un problema con una enorme repercusión social y en la calidad de vida, ya que limita muchísimo la autonomía y la autoestima de las personas que lo padecen.
Además, es un problema que se encuentra bastante infradiagnosticado por diversos motivos, uno de ellos es el pudor que supone para la persona que lo padece y, por ello, la tendencia a ocultarlo, lo cual se demuestra en el bajo nivel de consultas médicas que genera comparado con su alta incidencia.
La orina es un líquido que se forma tras ser filtrada y depurada la sangre en su paso por los riñones y recoge parte de los desechos que el cuerpo produce para ser eliminados. De los riñones pasa por unos conductos hasta la vejiga, que es un órgano contenedor, cuya misión es almacenar la orina de forma estanca hasta el momento que es eliminada al exterior por el conducto de la uretra.
La vejiga está formada por unas capas musculares de gran resistencia y flexibilidad para poder expandirse y almacenar hasta medio litro de orina. Existen dos válvulas que regulan su apertura y cierre, llamadas esfínteres, unas de control voluntario y otra involuntario. Esta última es la que actúa cuando somos recién nacidos hasta que se va desarrollando el control voluntario de la segunda. Las ganas de orinar son un impulso nervioso que se origina en la vejiga cuando sus paredes se expanden fruto de la presión que la orina ejerce sobre ellas y hace que podamos abrir la válvula de control voluntario para evacuar la orina.
Dos tipos de incontinencia
Los tipos más comunes de incontinencia son la de esfuerzo y la de urgencia. La de esfuerzo se produce por una debilidad de los músculos que controlan la vejiga y son pequeños esfuerzos físicos los que desencadenan las pérdidas de orina, como toser, estornudar, coger excesivo peso o realizar una actividad física intensa. Se produce especialmente en mujeres de edad avanzada o en mujeres que, tras un parto, se les han producido afecciones secundarias en la vejiga. En general, se comienza a sufrir ligeras pérdidas y a lo largo del tiempo van progresando.
En la incontinencia de urgencia se produce una gran necesidad de orinar de forma momentánea y algo del contenido se escapa antes de que pueda llegar al servicio. Su causa suele ser una excesiva contracción del músculo detrusor, encargado de comprimir la vejiga.
Otros tipos de incontinencia pueden causarla enfermedades mentales, diabetes, arenillas en la orina o lesiones medulares. Hay determinados factores de riesgo que pueden favorecer su aparición, como la obesidad, estreñimiento, diabetes, consumir tabaco o, en los varones, haber tenido problemas de próstata.
Tratamientos
Existen medicamentos para tratar algunos tipos de incontinencia. La incontinencia de urgencia se trata con un grupo de medicamentos que actúan relajando el músculo detrusor, consiguiendo que se aumente la capacidad de almacenamiento de la vejiga y reduciendo la sensación de urgente necesidad de micción. Los principales son la fesoterodina (Toviaz), solifenacina, tolterodina (Urotrol, Detrusinol) o el más actual mirabegrón (Betmiga). Son eficaces y logran buenos resultados, pero pueden presentar en algunas personas efectos secundarios, como sequedad de boca y sequedad ocular, dolores de cabeza, estreñimiento o problemas de sueño, por ello deben tener un riguroso control, especialmente cuando se inicia el tratamiento. También pueden interaccionar con otros medicamentos, como claritromicina o ketoconazol, pudiendo aumentar su efecto de relajación que pudiera producir una retención de orina, situación peligrosa que se debe evitar. Para la incontinencia de esfuerzo se está utilizando la duloxetina, medicamento antidepresivo, pero que se ha demostrado eficaz en algunos casos frenando la progresión y disminuyendo estas pérdidas.
Productos absorbentes
Otra medida que se utiliza para mejorar la calidad de vida de las personas que padecen incontinencia es el uso de los productos absorbentes de incontinencia urinaria. Estos absorbentes son productos sanitarios de un solo uso que se ajustan al cuerpo para absorber y retener la orina en su interior con el fin de mantener la piel seca y sin humedades. En general, se utilizan para las incontinencias leves, moderadas o graves. Aportan una indudable mejora en la calidad de vida de las personas con incontinencia, ayudando al desarrollo de una vida normal, tanto para mejorar la capacidad de desplazamiento, como facilitando los cuidados del paciente encamado.
Actualmente, existe una gran variedad de productos o pañales absorbentes que se pueden clasificar por su capacidad de absorción, forma y talla.
Cuando comienzan las primeras pérdidas es muy común la consulta al farmacéutico sobre estos productos. Desde la farmacia se informa sobre sus características, sobre el más adecuado para la situación del paciente, sobre cómo deben de utilizarse y sobre las precauciones que se deben tomar para mantener la piel sana e intacta.
Control dietético
Finalmente, es muy útil adoptar otras medidas para evitar o reducir las pérdidas de orina, como el control de la toma de líquidos, especialmente durante la cena o en periodos de movilidad fuera del domicilio, reducir el consumo de excitantes como el café, té, alcohol o refrescos de cola controlar el estreñimiento que puede contribuir a aumentar la incontinencia.
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