Nocturia: qué es y cómo tratarla
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Habitualmente, la cantidad de orina que producimos disminuye durante la noche y ello nos permite dormir de 6 a 8 horas sin tener que orinar. Las personas que se ven obligadas a ir al baño más de una vez entre las 6 y las 8 horas recomendadas de sueño pueden tener nocturia. La Sociedad Internacional de Continencia define la nocturia como la interrupción del sueño principal, una o más veces, por la necesidad de micción o deseo miccional, de manera que cada micción está precedida y seguida de sueño. Aunque según esta definición, un solo episodio de micción nocturna sería nocturia, esta no empieza a ser clínicamente significativa hasta dos o más episodios.
La nocturia es común en la gente mayor y puede afectar de forma importante a la calidad de vida de los pacientes. Las implicaciones negativas se derivan de los efectos en la interrupción de los ciclos del sueño, lo que se manifiesta en cansancio diurno, falta de concentración, alteraciones del estado de ánimo y disminución de la producción laboral. Además, en persona mayores se asocia a mayor riesgo de caídas y fracturas. Los compañeros de cama y cuidadores también se perjudican por la nocturia, lo cual puede causar trastornos en las relaciones personales.
La nocturia es un proceso generalmente multifactorial, los mecanismos fisiopatológicos que la producen se pueden relacionar con:
- Problemas de almacenamiento de la vejiga, disminución de la capacidad vesical.
- Infección de las vías urinarias.
- Poliuria de 24h: >40ml/kg de producción de orina durante 24 horas.
- Poliuria nocturna: producción de orina nocturna mayor al 20% de la diuresis diaria total en personas jóvenes, o mayor al 33% de producción de orina en personas mayores de 65 años.
- Ciertas patologías: insuficiencia renal crónica, diabetes mellitus mal controlada, hipercalcemia, vejiga hiperactiva, hiperplasia benigna de próstata, etc.
- Trastornos del sueño.
- Consumir excesivos líquidos antes de acostarse o consumir sustancias diuréticas como café o alcohol.
- El embarazo.
- Toma de ciertos medicamentos.
Para llevar a cabo el diagnóstico es muy recomendable que el paciente realice durante unos días un “diario de vaciado de vejiga”, es decir, un registro de cuántos líquidos ingiere, cuántas veces necesita ir al baño a miccionar y cuál es la cantidad de producción de orina. Además, tendrá que anotar los medicamentos que este tomando en ese momento, si padece alguna infección de las vías urinarias o cualquier otra patología que pueda estar relacionada.
Como hemos comentado, la nocturia suele ser proceso multifactorial por ello, el tratamiento deber ser individualizado tras tener una orientación de las posibles causas que puedan intervenir en ella. Es frecuente la combinación de terapias conductuales (modificaciones del estilo de vida) y tratamiento farmacológico.
Así recomendaremos a nuestros pacientes:
- Disminuir la ingesta de líquidos al menos 2-4 horas antes de acostarse, especialmente de alcohol, café o té.
- Restringir el consumo de líquidos diarios.
- Reducir el consumo de sal en la dieta.
- Realizar una micción doble antes de acostarse; orinar sentado (incluidos los hombres), inclinarse ligeramente hacia adelante y luego esperar de 20 a 30 segundos para orinar nuevamente, puede ser útil en las personas que sienten que no han vaciado completamente su vejiga.
- Evitar el sobrepeso y la obesidad.
- Realizar ejercicio físico moderado. Los ejercicios de suelo pélvico pueden ser útiles en algunos casos.
- En pacientes con edemas periféricos, elevar las piernas por encima del nivel del corazón unas horas antes de acostarse y/o usar medias de compresión.
- Modificar el horario de la toma de su medicación previa consulta con el farmacéutico: diuréticos (furosemida, torasemida, hidroclorotiazida, etc.)tomarlos por la mañana o al inicio de la tarde. Antagonistas de los canales de calcio (amlodipino, nifedipino, diltiazem, etc.) tomarlos por la mañana.
- Mantener una alimentación rica en vegetales, frutas y legumbres, y con un bajo contenido en carnes rojas, grasas saturadas, sal, azúcar y calcio. Es recomendable tomar cereales integrales y grasas de origen vegetal.
- Evitar comidas abundantes y/o flatulentas antes de acostarse. Hay que recordar que algunos alimentos empeoran la nocturia, puede ayudar reducir la ingesta de chocolate y comidas picantes por la noche.
- Acostarse en posición horizontal después de comer.
- Evitar viajes largos, el estreñimiento, el frío y la humedad.
- Cuidar la higiene del sueño: acostarse aproximadamente a la misma hora todos los días, en una habitación tranquila con poca iluminación y con temperatura entre 18ºC-21ºC, evitar el uso nocturno de dispositivos electrónicos y evitar las siestas prolongadas durante el día.
- No fumar, ya que la nicotina es un estimulante, y puede afectar al sueño.
Los tratamientos farmacológicos, bajo prescripción médica, incluyen entre otros principios activos oxibutinina, fesoterodina, mirabegron, imipramina, desmopresina o estrógenos vaginales tópicos en mujeres postmenopáusicas.
Por último, debemos recordar a nuestros pacientes que deben acudir al médico, si se despiertan para orinar con más frecuencia de lo habitual durante varios días y este hecho les molesta e interfiere en su calidad de sueño y/o si presenta sensación de ardor al orinar.
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