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Es importante saber el papel que juega la vitamina K en la coagulación de la sangre y que una mala coagulación conlleva hemorragias descontroladas. Por eso, los médicos recomiendan administrar vitamina K a los bebés en el momento de su...
Es importante saber el papel que juega la vitamina K en la coagulación de la sangre y que una mala coagulación conlleva hemorragias descontroladas. Por eso, los médicos recomiendan administrar vitamina K a los bebés en el momento de su nacimiento mediante una inyección intramuscular para prevenir una hemorragia.
El origen de su nombre está en el bioquímico danés Henrick Dam, que sugirió llamar a esta vitamina “Koagulations” debido a la importante función que cumple. Ese nombre quedó posteriormente reducido a vitamina K.
Esta vitamina ayuda a formar coágulos de sangre (masas que se forman cuando las plaquetas, las proteínas y las células se adhieren entre sí) y a mantener los huesos fuertes, ya que ayuda también a la mineralización de los huesos. Es soluble en grasas y se encuentra en una gran cantidad de alimentos, como verduras de hojas verdes como la col, las espinacas, las acelgas y el brócoli, así como en el hígado y los aceites vegetales.
Existen varios tipos de vitamina K, las más importantes son la K1 y la K2. La vitamina K1 participa exclusivamente en la coagulación de la sangre y la K2 ayuda a mover el calcio a las áreas apropiadas del cuerpo, como los huesos y los dientes. También desempeña un papel en la eliminación del calcio de determinadas zonas, como las arterias y los tejidos blandos.
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