Uso responsable de medicamentos durante la temporada festiva
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Las fiestas navideñas son sinónimo de alegría, reuniones familiares y abundantes comidas. Sin embargo, estos días traen consigo cambios en las rutinas diarias que pueden llevarnos a descuidar ciertos hábitos y a realizar un mal uso de medicamentos. El uso responsable de la medicación resulta esencial para evitar riesgos y garantizar que las fiestas se disfruten con bienestar.
Evitar la automedicación
Las Navidades conllevan un exceso de ingesta calórica, lo que puede ocasionar digestiones pesadas y otros malestares. Estos síntomas, en muchos casos, llevan a la práctica de la automedicación.
La automedicación, es decir, el uso de medicamentos por iniciativa propia, sin la intervención de un profesional de la salud en el diagnostico, prescripción y seguimiento del tratamiento, es una práctica muy extendida que supone riesgos importantes. La necesidad de resolver problemas de salud de manera rápida refuerza esta práctica, pero la falta de consulta con profesionales sanitarios puede derivar en tratamientos inadecuados o en el enmascaramiento de patologías y agravamiento del proceso clínico. Así mismo, los tratamientos inadecuados pueden provocar iatrogenia, es decir, daños derivados del propio tratamiento. Frecuentemente esta automedicación, puede dar lugar a la combinación de varios medicamentos sin conocer sus posibles interacciones, pudiendo ocasionar la pérdida de efectividad, aumento de la toxicidad o incluso la aparición de efectos adversos.
Una práctica habitual y a la vez muy preocupante de la automedicación es el uso inadecuado de antibióticos, principal factor de la aparición de patógenos farmacorresistentes. La resistencia a los antimicrobianos constituye una amenaza de salud pública a nivel mundial de gran relevancia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2050 la resistencia a los antimicrobianos podría provocar un total de 1.91 millones de muertes anuales y otras 8.22 millones de muertes asociadas con la resistencia.
En este contexto, es fundamental promover la responsabilidad personal y la toma de decisiones informadas, fomentando la consulta con profesionales sanitarios y evitando el consumo de medicamentos sin prescripción médica.
Cumplir con los tratamientos prescritos
Adherirse a los tratamientos terapéuticos de acuerdo con las indicaciones del profesional sanitario, incluso en épocas donde cambian las rutinas diarias, como por ejemplo en Navidad, es fundamental para conservar nuestro estado de salud y evitar complicaciones. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define adherencia al tratamiento como el grado en el que la conducta de un paciente, en relación con la toma de medicación, el seguimiento de una dieta o la modificación de hábitos de vida se corresponde con las recomendaciones acordadas con el profesional sanitario. La falta de adherencia a los tratamientos de enfermedades crónicas es una gran problemática, debido a las consecuencias negativas que puede llegar a desencadenar. Una pobre adherencia puede llevar al fracaso terapéutico, pérdida de control de la enfermedad, recaídas, agravamiento de la patología y un incremento de la morbimortalidad. Una de las causas principales de la falta de adherencia terapéutica es el olvido de la medicación. Para evitar olvidar la toma de medicación de acuerdo con las recomendaciones del profesional sanitario, se recomienda el uso de alarmas o sistemas de recordatorios como son las aplicaciones móviles.
Por otro lado, el Sistema Personalizado de Dosificación (SPD) es un servicio que se ofrece en la mayoría de las farmacias y que resulta de gran utilidad para no olvidar la mediación, particularmente en estas fechas en que las rutinas diarias pueden verse alteradas. Mediante este servicio, el farmacéutico, con la autorización previa del paciente o de su representante legal, revisa de forma sistemática la medicación prescrita y reacondiciona parte o la totalidad del tratamiento en un dispositivo de dosificación personalizada. Este dispositivo organiza los medicamentos por días y franjas horarias, facilitando su administración. Además, el farmacéutico entrega el SPD al paciente y verifica su correcta utilización, asegurándose así un una mayor seguridad, comodidad y adherencia al tratamiento.
Mantener horarios regulares de administración de medicamentos
Respetar la posología de los medicamentos de acuerdo a las indicaciones del profesional sanitario es necesario. Cabe mencionar que los efectos terapéuticos y posibles efectos adversos de un determinado medicamento dependen de la cantidad (concentración) que dicho fármaco alcanza en los tejidos y el organismo.
Si se adelanta la toma de medicación al horario prescrito, probablemente el fármaco alcance unas concentraciones demasiado elevadas, lo cual no se traduce en un aumento beneficioso, sino que podrían aparecer reacciones adversas. Por el contrario, si se retrasa la toma de la medicación varias horas después del horario prescrito, muy probablemente el fármaco no alcance niveles terapéuticos para ejercer un efecto beneficioso.
En el caso de olvidar una toma, lo primero es consultar el prospecto del medicamento, ya que muchos medicamentos indican en sus prospectos qué hacer en caso de olvido. Y si no, consultar a su profesional sanitario. No se debe tomar una dosis doble para compensar la olvidada ya que puede agravar la situación. Solo si han trascurrido pocas horas desde el olvido, se recomienda tomar la dosis cuanto antes. En cualquier circunstancia, lo más recomendable es confirmar siempre con un profesional de la salud.
Viajar sin interrumpir tratamientos crónicos
Antes de viajar, es aconsejable planificar con antelación los días fuera de casa y llevar toda la medicación necesaria, especialmente si el desplazamiento es internacional. También, es importante ajustar con el personal sanitario el tratamiento para tener en cuenta los cambios en las zonas horarias, en la rutina y en la alimentación durante estos días. Al igual modo, es conveniente llevar consigo una lista de todos los medicamentos que tiene prescrito por el profesional sanitario.
Cuando se viaja en avión, es recomendable llevar consigo sus medicamentos en lugar de llevarlos en su equipaje facturado. Así mismo, durante el viaje siempre mantener los medicamentos lejos del calor y de la luz solar directa.
Por todo ello, es importante la personalización necesaria con medidas sencillas adaptadas a cada paciente y así ayudar a mejorar la adherencia a sus tratamientos en estas Navidades.
Evitar la combinación de medicamento y alcohol
Durante estas fechas, es recomendable evitar la mezcla de medicamentos con alcohol. La ingesta de bebidas alcohólicas durante un tratamiento farmacológico puede alterar la acción terapéutica, disminuir su eficacia o incluso convertirla en tóxica. Esta combinación incrementa el riesgo de efectos secundarios como náuseas, vómitos, cefalea, somnolencia, pérdida de coordinación o desmayos. En casos más graves, puede provocar dificultad respiratoria, hemorragias internas o problemas cardiacos. Por todo ello, es importante tener en cuenta la existencia de alternativas al consumo de alcohol cuando se está bajo un tratamiento farmacológico.
Cuidado con medicamentos de venta libre
Los problemas de salud más habituales durante la Navidad son los derivados de los excesos con la comida, especialmente con la ingesta de dulces y la toma de bebidas alcohólicas.
Las digestiones pesadas es uno de los malestares más comunes durante las fiestas de Navidad. Sus síntomas son molestias en el estómago, sensación de pesadez, ardor acompañado de acidez y en algunos casos, vómitos.
Los medicamentos de venta libre pueden ser aliados frente a dichas molestias menores, pero su uso debe ser responsable y supervisado por el farmacéutico. Al mismo tiempo, adoptar hábitos saludables como comer despacio, masticar bien los alimentos, no ingerir comidas demasiado frías o calientes y reducir el consumo de bebidas alcohólica y tabaco durante las fiestas, es la mejor manera de prevenir problemas digestivos para poder disfrutar plenamente de la Navidad.
Por todo ello, el uso responsable de medicamentos durante la temporada festiva es esencial para preservar la salud y prevenir complicaciones. En este contexto, el papel del farmacéutico resulta esencial para reforzar la educación sanitaria y garantizar un abordaje integral de las necesidades de los pacientes. La farmacia, como primer punto de acceso al sistema sanitario, es clave para promover el bienestar y la seguridad de la población durante estas fechas, asegurando que las celebraciones se disfruten con tranquilidad y salud. La combinación de prevención, educación y acompañamiento profesional permite minimizar riesgos y reforzar el uso racional de los medicamentos para disfrutar de estas fiestas.
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