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La Semana Mundial de la Lactancia Materna, se celebra todos los años del 1 al 7 de agosto, con el objetivo de fomentar la lactancia materna y mejorar la salud de los bebés de todo el mundo. La Organización Mundial...
La Semana Mundial de la Lactancia Materna, se celebra todos los años del 1 al 7 de agosto, con el objetivo de fomentar la lactancia materna y mejorar la salud de los bebés de todo el mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna como único alimento del lactante hasta los seis primeros meses de vida, momento en el que se considera incluir otros alimentos de forma complementaria hasta los dos años de edad o más, siempre que madre e hijo estén de acuerdo.
Esta recomendación no está supeditada a modas pasajeras. De hecho, está demostrado que tiene muchas ventajas tanto para el lactante como para la madre, entre las que cabría destacar las siguientes:
- El lactante que toma pecho tiene una mayor protección inmunológica frente a infecciones, un menor riesgo de alergias y una menor probabilidad de muerte súbita.
- La madre tiene una mejor recuperación tras el parto y, además, tiene un menor riesgo de padecer cáncer de mama.
Si te has decidido por la lactancia materna, podrás lograrlo con éxito gracias a una serie de ideas clave:
Es necesaria una correcta posición para un correcto agarre
Para conseguir que el niño chupe correctamente es necesario que tenga los carrillos hinchados, los labios hacia afuera y toda la areola en la boca (con la lengua debajo). Para ello, conviene acercar el niño al pecho con el pezón a la altura de la nariz. De este modo, cuando el niño abra la boca tendrá espacio suficiente para la lengua.
La posición del resto del cuerpo es importante, pero secundaria. Según el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría, no existe una única posición adecuada para amamantar. Lo importante es que la madre esté cómoda, que el agarre sea adecuado y que el bebé esté enfrentado y pegado al cuerpo de la madre.
A continuación te explicamos algunas posturas eficaces para conseguir una lactancia duradera:
Posición de crianza biológica: La madre se coloca recostada (entre 15 y 65º) boca arriba y el bebé boca abajo. Esta postura permite al bebé desarrollar el reflejo de búsqueda y reptar hasta el pecho, aunque la madre puede ayudarle con los brazos.
Posición invertida o balón de rugby: Colocamos al bebé por debajo de la axila de la madre, con las piernas hacia atrás y la cabeza a nivel del pecho, con el pezón a la altura de la nariz. Es una postura especialmente cómoda en el caso de gemelos o bebés prematuros.
Mamar a demanda supone olvidarse por completo del reloj
Actualmente se sabe que llevar un horario fijo es perjudicial para la lactancia materna. Hay estudios que demuestran que cuando las tomas son frecuentes durante los primeros días de vida, la producción de leche es mayor y la duración global de la lactancia materna también es mayor. Posteriormente, el niño puede ir adquiriendo poco a poco un ritmo en las tomas, aunque esto no siempre ocurre. Y en el caso de que ocurra, ocasionalmente puede intercalar tomas aisladas con una frecuencia menor a la que se ha acostumbrado. Por ello, es importante recordar que, si le dejas, tu hijo es capaz de llevar un control total y perfecto sobre su dieta, decidiendo cuándo ha de mamar, durante cuánto tiempo y si ha de tomar de un solo pecho o de los dos.
La puesta al pecho debe ser cuanto antes.
Nos parece increíble ver a un recién nacido reptar por el abdomen de su madre hasta alcanzar con sus manos el pecho y ponerse a mamar. Puede que sea debido a que nosotras tenemos la necesidad de informarnos sobre ello, mientras que para los recién nacidos es algo innato.
Por ello, actualmente se recomienda que la puesta al pecho sea lo antes posible, preferiblemente en la primera hora de vida.
Evitar obstáculos: A diferencia de lo que ocurre al mamar, cuando el niño chupa el chupete se hunden sus carrillos en cada movimiento de succión.
Posición sentada: Para mamar correctamente, el bebé debe estar pegado a la madre y encarado hacia ella. Se debe sujetar al bebé con la mano en la espalda, de modo que su cabeza repose sobre el antebrazo de la madre.
Un bebé mal colocado, tendrá la cabeza en el codo de la madre, viéndose obligado a doblar el cuello para alcanzar el pecho.
Otra opción sería sujetar al bebé con el otro brazo.
Posición acostada: La madre se tumba de lado con la cabeza ligeramente levantada. El bebé también estará de lado, con su cuerpo pegado y enfrentado al de la madre.
Por este motivo, no conviene ofrecer el chupete al niño hasta que no esté afianzada la lactancia materna.
Buscar ayuda
Si en cualquier momento te encuentras con dificultades a la hora de dar el pecho a tu hijo, ten presente que existen grupos de apoyo a la lactancia materna formados por personas que siempre estarán dispuestas a ayudarte. Estas recomendaciones sirven, tanto a la madre como para el bebé, para establecer las bases de una lactancia materna mantenida en el tiempo y sin agobios. Cabe recordar que, siempre que el bebé aumente de peso, moje al menos 5 pañales en 24 horas y realice deposiciones (las deposiciones son muy variables y puede ser normal que haga 1 cada 48 horas o 6 ó 7 al día) estará bien alimentado.
Y, para terminar, vamos a exponer algunas preguntas frecuentes que pueden surgir en el mostrador de la oficina de farmacia:
¿Cómo debe ser la alimentación de la madre lactante?
Como era de esperar, la madre lactante debe seguir una dieta equilibrada y variada. La diferencia está en la cantidad de líquidos a ingerir, ya que necesita tomar unos 700 ml más de líquidos que una mujer no lactante.
Hay una creencia que sugiere que algunos alimentos, tales como el ajo, la cebolla, el apio, las coles de Bruselas, los espárragos o la coliflor, pueden cambiar el sabor de la leche. Esta creencia tiene una cierta connotación cultural, ya que varía de unos países a otros. Por lo tanto, lo que debe hacer la madre es observar a su hijo y evitar comer un determinado alimento, si detecta que el niño rechaza el pecho tras la ingesta del mismo.
¿Necesita algún suplemento la madre lactante?
Hay vitaminas y minerales especialmente importantes para la madre y el bebé en esta etapa de sus vidas, como el yodo y, en el caso de vegetarianas estrictas, también a la vitamina B12.
El yodo es muy importante porque ayuda al desarrollo cerebral del lactante. Por ello, además de consumir sal yodada y otros alimentos ricos en yodo, el Ministerio de Sanidad de España recomienda desde el año 2004 que las madres lactantes tomen un suplemento de yoduro potásico.
Por otra parte, hay que tener en consideración que la dieta de las vegetarianas estrictas deja fuera a la vitamina B12. Un déficit de esta vitamina produce anemia, pero también puede producir problemas neurológicos e incluso el coma. Por lo tanto, es fundamental que estas mujeres tomen un suplemento de vitamina B12, al menos durante el embarazo y la lactancia.
¿Necesita tomar algún tipo de infusión el lactante?
El lactante alimentado al pecho no necesita agua, zumo, infusiones ni suero glucosado. Tampoco leche artificial, salvo que el pediatra lo recomiende porque el niño no coja suficiente peso.
¿Cómo debe ser la higiene de la madre?
Es importante la higiene de las manos de la madre, con lo que es conveniente lavarlas con agua y jabón antes de dar el pecho. Con respecto al pecho, simplemente debe secarse después de cada toma, ya que el exceso de humedad en la areola favorece la formación de grietas.
¿Cómo se almacena la leche extraída?
Hay que tener en cuenta que el tiempo durante el cual podrá ser utilizada la leche, una vez extraída, va a variar en función de la temperatura:
- A 25 ºC: 4 horas.
- A 20 – 25 ºC: 8 horas.
- A 15 – 20 ºC: 12 horas.
- Refrigerada entre 0 y 4 ºC: 2 a 4 días.
- Congelada:
- En un congelador dentro de la misma nevera: 2 semanas.
- En un congelador que es parte de la nevera pero con puertas separadas: 3 – 4 meses.
Para descongelar la leche, conviene sacarla del congelador la noche anterior e introducirla en la nevera para que se vaya descongelando poco a poco. Esta leche podrá ser ingerida a las 24 horas.
¿Qué ocurre con los medicamentos durante la lactancia materna?
En primer lugar, conviene recordar que el médico siempre valorará la relación beneficio-riesgo de la administración del medicamento, tanto para la madre como para el bebé. Una vez dicho esto, si el medicamento prescrito es seguro, de forma general, puede ser recomendable tomarse el medicamento 15 minutos después de la toma y evitar tomarlo hasta 30 minutos antes de la toma.
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