Contenido principal
Durante los últimos años, los dermatólogos están detectando un aumento de casos de infecciones del cuero cabelludo por hongos, llamadas “tiñas del cuero cabelludo”, en la población masculina adolescente, que puede estar asociado a las modas actuales de rasurado con maquinillas...
Durante los últimos años, los dermatólogos están detectando un aumento de casos de infecciones del cuero cabelludo por hongos, llamadas “tiñas del cuero cabelludo”, en la población masculina adolescente, que puede estar asociado a las modas actuales de rasurado con maquinillas eléctricas contaminadas por estos patógenos.
En condiciones normales, afecta principalmente a niños de 6 meses a 12 años con ligero predominio en varones. Es menos habitual después de la pubertad, probablemente por cambios de pH en el cuero cabelludo y aumento de ácidos grasos, que actúan de manera protectora.
Las dermatofitosis o tiñas son micosis superficiales producidas por un amplio grupo de hongos filamentosos llamados dermatofitos, constituido por tres géneros: epidermophyton, trychophyton y micosporum. Viven de la queratina, proteína que constituye la parte fundamental de las capas externas de la epidermis y de tejidos como el pelo o las uñas. Según la zona afectada, las tiñas se clasifican en: tinea corporis (cuerpo), tinea capitis o del cuero cabelludo, tinea barbae (barba), tinea pedis (en los pies, comúnmente llamado “pie de atleta”), tinea cruris o inguinal (ingles).
La tiña es contagiosa. Estos hongos tienen tres reservorios principales:
- En humanos (antropofílicos, provocan formas clínicas no inflamatorias)
- En animales (zoofílicos, provocan formas inflamatorias)
- En la tierra (geofílicos o telúricos, provocan inflamación moderada)
De esta manera, se puede trasmitir de una persona a otra a través del contacto piel con piel, sobre todo en ambientes cálidos y húmedos, o a otras partes del cuerpo, si se toca el área infectada y luego se toca otras partes del cuerpo. También se puede trasmitir de animales a personas y es posible que se contagie por el contacto con objetos o superficies que tocó una persona infectada.
Los síntomas de la tiña del cuero cabelludo dependerán de la localización, dentro del pelo, en la superficie del pelo o en ambos, de la respuesta inmunitaria de la persona, del hongo causante de la infección y de la cantidad del inóculo. La erupción que causa puede tener forma de anillo, por eso, la infección se denomina en algunos idiomas “gusano anular”. Se pueden presentar dos formas clínicas:
- Tiña no inflamatoria o tonsurante: se aprecia una o varias placas alopécicas con descamación y prurito, sin inflamación, con los cabellos rotos. Ocasionalmente, pueden aparecer lesiones pustulosas aisladas y adenopatías cervicales posteriores. No lesiona el folículo, por lo que no produce alopecia irreversible. Una variante es la tiña de puntos negros, que da lugar a una alopecia discontinua con cabellos rotos («puntos negros») intercalados con pelos sanos en el interior de la placa.
- Tiña inflamatoria (Querión de Celso): placa generalmente única, eritematosa, dolorosa y exudativa, que a la presión deja salir pus «en espumadera» o panal (significado de querión). En algunos pacientes puede aparecer fiebre, malestar general y adenopatías regionales. Generalmente se produce la repoblación de los pelos de la zona afectada, pero cuanto mayor sea la duración de la infección, mayores serán las probabilidades de observar una alopecia cicatricial que impedirá el crecimiento normal del cabello.
Para realizar el diagnóstico el dermatólogo puede realizar pequeños raspados cutáneos para observarlos al microscopio. En el caso de algunas tiñas, al usar luz ultravioleta para observar la piel, hace que la tiña brille intensamente. También se puede hacer un cultivo para determinar el agente causante de la enfermedad.
El tratamiento de la tiña varía en función de su localización, pero siempre incluye la aplicación de antimicóticos o antifúngicos en la zona afectada (tópicos) o por vía oral. El uso de corticoides de aplicación tópica solo se recomienda en situaciones excepcionales, cuando se presenta un gran componente inflamatorio y en tratamiento corto. Para la tiña del cuero cabelludo se recomienda un tratamiento específico según la especie causante, fundamentalmente trychophyton y micosporum. Para el Querión de Celso pueden emplearse, además, antisépticos locales hasta el cese de las secreciones.
La mayoría de los casos leves de tiña suelen remitir al cabo de 2 a 4 semanas, pero puede ser necesario alargar el tratamiento hasta 3 meses si la infección es más grave
Si se instaura el tratamiento rápidamente, es probable que crezca nuevamente el cabello en las zonas con calvicie. Si no la trata, las zonas con calvicie podrían ser permanentes.
Para prevenir las infecciones fúngicas es esencial un buen cuidado de la piel, baños o duchas regulares seguidos de un secado riguroso, evitando la exposición prolongada a la humedad. Lavar muy bien y de forma regular con champú el cuero cabelludo, especialmente después de un corte de pelo. Evitar compartir ropa, sombreros, toallas, cepillos de pelo, peines u otros utensilios de uso personal, se deben lavar y secar muy bien después de usarlos. Los utensilios de uso común en peluquerías se deben lavar y desinfectar. El rapado de pelo no tiene efecto sobre la prevención ni el tratamiento porque el pelo ya nace infectado, pero en el caso de las formas inflamatorias de la enfermedad, cortar el pelo de las zonas vecinas puede facilitar las curas tópicas.
Lavar las manos a menudo después de tocar animales domésticos y evitar tocarlos si tienen parches sin pelos porque pueden estar infectados, llevarlos al veterinario para valorar la posible infección.
Fin del contenido principal