La individualización del medicamento, elemento imprescindible cuando la industria no llega
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Abarca Lachén: “Individualizar el tratamiento debe ser una misión compartida entre médicos y farmacéuticos”, en el marco del congreso DermoCOFM
“La importancia de individualizar el tratamiento debe ser una misión compartida entre médicos y farmacéuticos”, así comenzó hoy su intervención Edgar Abarca Lachén, presidente del Grupo Español de Dermatólogos y Farmacéuticos Formuladores (GEDEFAF) y vicepresidente de Formación de la Sociedad Española del Medicamento Individualizado (LASEMI), durante su ponencia titulada Fórmulas fuera de indicación: imprescindibles para solucionar muchos problemas dermatológicos, celebrada en el congreso DermoCOFM, organizado por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid.
El farmacéutico y experto en formulación magistral defendió con contundencia el papel del medicamento individualizado en el actual escenario sanitario. Cada vez hay más pacientes que requieren tratamientos personalizados, una necesidad que no siempre encuentra respuesta en el ámbito de la dermatología. “Tenemos la obligación ética y legal de adaptar los tratamientos. Eso implica ajustar dosis, formas farmacéuticas y asociaciones que no existen en la industria”, afirmó.
Durante su exposición, Abarca detalló los fundamentos clínicos, técnicos y legales que respaldan la formulación magistral en España. “Es impensable que un profesional sanitario ignore la existencia de la formulación”, subrayó.
El experto en formulación magistral desmontó mitos comunes entre profesionales y administraciones, como la falsa creencia de que no se puede formular si existe un medicamento extranjero. Además, recalcó que “el Real Decreto 1015/200, que regula la disponibilidad de medicamentos en situaciones especiales, nos permite formular, incluso cuando existe una especialidad en otro país, si la situación del paciente lo justifica”, defendió.
En cuanto al marco legal, recordó que este mismo real decreto contempla el uso de sustancias fuera de indicación aprobada, siempre que exista base científica y se sigan los cauces legales pertinentes. “Estamos amparados por la ley. Lo que falta no es normativa, sino conocimiento y voluntad de aplicarla”, sentenció.
Por otro lado, el ponente presentó ejemplos concretos de fórmulas útiles en dermatología, como minoxidil oral, dapsona tópica, ácido tranexámico o amitriptilina en crema, todas ellas empleadas con respaldo científico y sin alternativa comercial directa en España. “No se trata de inventar fórmulas por capricho, sino de resolver problemas clínicos que la industria no cubre”, matizó.
También abordó el papel del farmacéutico en la elaboración, conservación y dosificación del medicamento individualizado: “No trabajamos con stock, no elaboramos más cápsulas de las necesarias, y cada fórmula se basa en criterios de estabilidad científica, no en suposiciones”, explicó.
Finalmente, en relación con el sistema sanitario, Abarca destacó que varias comunidades autónomas, como Madrid o Aragón, ya contemplan la financiación de fórmulas magistrales como una solución eficaz ante situaciones de desabastecimiento, garantizando así la continuidad de los tratamientos y la equidad en el acceso a los medicamentos.
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