IA o cómo ser un optimista digital mediante un asistente virtual personalizado
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En el ámbito de la farmacia comunitaria, la inteligencia artificial puede ofrecer muchas ventajas en la asistencia personalizada para mejorar la calidad del consejo y seguimiento al paciente, y también en la automatización de procesos, análisis financieros, y un largo etcétera.
Un nuevo cambio tecnológico está afectando a todas las profesiones, a todos los modelos de negocio, y en general, a toda la sociedad. Y el ámbito farmacéutico no se queda atrás.
Nos referimos a la inteligencia artificial (IA), un nuevo entorno que “debemos percibir como una nueva herramienta que nos tiene que ayudar a ser más eficientes, a estar más cerca de nuestros pacientes y, sobre todo, a gestionar mejor nuestro negocio”. Así lo ha explicado Nacho de Pinedo, CEO y fundador de la escuela de negocios digital, ISDI, en su conferencia “Transformación digital en farmacia: inteligencia artificial para un nuevo modelo asistencial”, impartida en la 5ª edición de DermoCOFM.
“Es importante desmitificar la IA. Se trata de máquinas que nos hacen pensar que son más inteligentes que nosotros, y nos genera dudas, competitividad… Pero no se trata de humanos contra máquinas, sino de humanos que usan máquinas contra humanos que no las usan. Tenemos que ser más optimistas digitales. Es decir, abrirnos a vivir los cambios tecnológicos. La clave está en experimentar con la IA”, sostiene de Pinedo.
En el ámbito de la farmacia comunitaria, la inteligencia artificial puede ofrecer muchas ventajas en la asistencia personalizada para mejorar la calidad del consejo y seguimiento al paciente, y también en la automatización de procesos, análisis financieros, y un largo etcétera.
Así, de Pinedo mostró varios ejemplos, como el seguimiento terapéutico inteligente mediante chatbots o apps conectadas con la farmacia que recuerdan tomas, detectan patrones de incumplimiento y alertan al farmacéutico. “Por ejemplo, un recordatorio de medicación vía WhatsApp mediante lenguaje natural, o un asistente clínico basado en IA que pueda aportar sugerencias o detectar interacciones y contraindicaciones a partir del historial del paciente y los fármacos prescritos”, explicó de Pinedo.
Optimización de inventario y de administración
Con el objetivo de reducir costes y aumentar disponibilidad, la IA puede ayudar en la gestión predictiva de stock mediante algoritmos que anticipan la demanda en función de estacionalidad, hábitos de compra y campañas sanitarias como, por ejemplo, “la predicción de demanda de antigripales o protectores solares”, señaló.
También puede resultar útil en el reabastecimiento automatizado “a través de sistemas conectados a proveedores que lanzan pedidos automáticos según umbrales dinámicos de consumo y caducidad”. Pero, sobre todo, en la automatización contable y documental, gracias a “una extracción automática de datos de facturas, pedidos y reportes para su integración con sistemas ERP. Además, puede ser útil en la detección de productos de baja rotación o próximos a caducar, ya que con el uso de la IA se pueden identificar patrones de baja venta y sugiere promociones o devoluciones”.
En definitiva, de Pinedo concluye que “la IA se usa en el ámbito sanitario desde hace años, y en farmacia puede ayudar a ser un asistente personalizado, con detección predictiva. Tenemos que crearnos nuestro propio asistente de IA, ya que esta utiliza un lenguaje natural y se aplica rápido a tareas que sabéis hacer. No se trata de cambiar las herramientas que tenemos, sino conectarlas con otra que ejecute lo que vosotros hubierais hecho”.
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