El Papa Francisco, a los farmacéuticos: 'Sois esa mano cercana y tendida que transmite coraje y cercanía'
Contenido principal
Su Santidad agradece “el espíritu de acogida” de la farmacia y exhorta a “escuchar” a los pacientes, en su audiencia a los profesionales de la Farmacia Vaticana.
El Papa Francisco tuvo, este pasado lunes 18 de septiembre, unas palabras de reconocimiento a los farmacéuticos por su “profesionalidad y dedicación” y también de agradecimiento por el “espíritu de acogida y la buena disposición con que lleváis a cabo vuestra tarea, que a veces requiere esfuerzo y, como ocurrió especialmente durante la pandemia, voluntad de sacrificio”.
En su audiencia a los profesionales de la Farmacia Vaticana con motivo del 150 aniversario de su fundación, y a escasos días de que la profesión celebre el Día Mundial del Farmacéutico, el próximo 25 de septiembre, Su Santidad recordó las raíces de la Farmacia Vaticana, un sueño del Papa Gregorio XVI que hizo realidad el beato Pío IX, confiando al Superior General de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios la tarea de crear una botica en el Vaticano.
Se refirió a un servicio farmacéutico que, “además de la venta de medicamentos, debe distinguirse por la atención a las personas más frágiles y por el cuidado de los enfermos”.
“No es fácil para vosotros, y no lo es para los farmacéuticos en general, en quienes estoy pensando en este momento y a quienes me gustaría dedicar un pensamiento”, señaló en su discurso. “A ellos acuden muchas personas, especialmente personas mayores, que muchas veces, con el ritmo frenético actual, necesitan no sólo medicamentos, sino también atención y una sonrisa; necesitan un oído, una palabra de consuelo”, recordó el Santo Padre en el Palacio Apostólico Vaticano.
El Papa Francisco exhortó a todos los farmacéuticos a ejercer “el apostolado de los oídos”. “Escuchar, escuchar… A veces parece aburrido, pero para quien habla es una caricia de Dios a través de ti”. Continuó diciendo: “Los farmacéuticos son esa mano cercana y tendida que no sólo reparte medicamentos, sino que transmite coraje y cercanía. ¡Gracias a ti y a todos los farmacéuticos por esto! El tuyo no es un trabajo, es una misión”, manifestó.
Antes de despedirse e impartir su bendición a los profesionales de la Farmacia Vaticana, les alentó a seguir adelante “con generosidad” y “paciencia”, recordando que “la paciencia es la prueba de fuego del amor” y ofreciéndoles un “pequeño consejo espiritual”: “El servicio que hacéis a los enfermos es un servicio hecho a Él. Y es hermoso obtener del Doctor celestial paciencia y benevolencia, y fuerza para amar, sin cansarnos. En su escuela, desde el escritorio de la cruz hasta el mostrador de la farmacia, sed también vosotros cada día dispensadores de misericordia”.
Fin del contenido principal