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La queilitis angular, conocida comúnmente como boqueras, es una lesión inflamatoria muy molesta en la comisura labial. Se manifiesta en un principio como una zona seca, roja o agrietada en una o ambas comisuras de la boca. La lesión puede...
La queilitis angular, conocida comúnmente como boqueras, es una lesión inflamatoria muy molesta en la comisura labial. Se manifiesta en un principio como una zona seca, roja o agrietada en una o ambas comisuras de la boca. La lesión puede llegar a provocar el sangrado con el movimiento normal de la boca (comer, beber, hablar) o llegar a formar úlceras y costras. Pueden presentar un aspecto escamado, de color blanco, hinchado o en forma de ampollas.
Algunos de los síntomas más habituales que refiere el paciente son:
- Sensación de quemazón en la piel
- Presencia de eritemas
- Fisuramiento de la zona afectada
- Picor, sobre todo al ingerir ciertos alimentos (ácidos)
- Molestias y sangrado si se abre demasiado la boca
- Dolor
Existen varias causas que pueden provocar esta afección: excesiva humedad de los labios (ausencia de dientes, el uso de prótesis dentales con mala colocación, aparatos de ortodoncia, falta de higiene bucal, succión del pulgar); infecciones tanto por virus (Herpes simplex), como por bacterias y hongos (Cándida albicans); deficiencia de vitaminas (riboflavina, niacina, vitamina C, etc.); debido a una reacción alérgica a cosméticos, pasta de dientes o incluso a materiales utilizados en bolígrafos, pinturas o lapiceros que se llevan a la boca de manera involuntaria o simplemente por tener los labios agrietados.
Por lo general, el tratamiento de esta patología incluye mantener la comisura labial lo más seca posible y la aplicación tópica de cremas que, si es necesario, llevaran en su composición antibióticos, antivirales o antimicóticos para luchar contra bacterias, virus u hongos. En algunos casos será necesario un cambio de dieta, la toma de suplementos vitamínicos e, incluso, la toma de antibióticos.
Mientras dure la afección, debemos evitar forzar mecánicamente los labios abriendo mucho la boca o rascándolos, así como no utilizar cosméticos o comer alimentos muy calientes o picantes.
Tu farmacéutico puede ayudarte a prevenir esta molesta patología, para ello solo tienes que seguir sus consejos:
- Evita humedecer los labios constantemente con la lengua.
- Procura mantener la parte inferior del rostro seca y principalmente la zona de las comisuras labiales.
- Realiza una buena higiene bucal para ayudar a que los labios y la boca permanezcan limpios y libres de infecciones.
- Enjuaga bien tu boca después del cepillado.
- No muerdas tus labios ni retires las pieles.
- Evita llevarte a la boca elementos como bolígrafos, llaves…
- Limita la apertura de la boca
- Utiliza un bálsamo labial con protección solar habitualmente y, sobre todo, cuando las condiciones meteorológicas sean particularmente frías, secas o soleadas.
- Por la noche, aplica bálsamos labiales reparadores.
- Usa humidificadores.
- Evita el humo y el tabaco.
- Lleva una alimentación sana y equilibrada.
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