COFM - Memoria Anual 2021
6 7 MEMORIA ANUAL 2021 MENSAJE DEL PRESIDENTE Superado el segundo año de la pandemia, hacemos balance para poder seguir mirando al futuro con optimismo y con la tranquilidad de haber hecho todo lo que estaba en nuestra mano para ser útiles a la sociedad durante esta emergencia sanitaria. Probablemente, 2021 será recordado como el año de la gran vacunación contra la COVID-19, el ejercicio en que los farmacéuticos inmunizaron a sus propios compañeros en la sede colegial. Es un logro que nos debe llenar de orgullo. Nadie podrá cuestionar más si estamos preparados para participar activamente en cualquier campaña de inmunización. Los farmacéuticos madrileños hemos demostrado que sí en el momento en que la sanidad y la sociedad más nos necesitaban. También hemos hecho valer el potencial sanitario que atesora la red de oficinas de farmacia. Después de largos meses de pelea y trabajo, conseguimos abrir las puertas a la realización de test de antígenos en las farmacias que, más tarde, en julio, nos permitiría su dispensación. Esta medida, reclamada durante tantos meses, se ha convertido en uno de los principales instrumentos para detectar casos de infección y controlar la pandemia, promover la responsabilidad de los ciudadanos en su propio cuidado y el de sus familias para poder seguir así con nuestras vidas, sabiendo que siempre cuentan con un aliado cercano, como es el farmacéutico. A pesar de estos logros, estamos lejos de sentirnos satisfechos. En toda ocasión que la Farmacia se ha ofrecido con generosidad como parte de la solución, hemos encontrado obstáculos que han demorado en extremo las decisiones y se han impuesto condiciones finales que han limitado su alcance. Como farmacéutico y profesional sanitario, me cuesta entender que tengamos que seguir pagando este precio por el simple hecho de querer colaborar con el Sistema Nacional de Salud. Si la salud de los ciudadanos ha sido siempre nuestro objetivo, cabe preguntarse, una vez más, qué defienden quienes tantas trabas y palos ponen en las ruedas. Es conocida la resistencia que provoca cualquier cambio o reforma y, en este caso, no es una excepción el paso adelante que quiere dar la profesión farmacéutica en el terreno asistencial o de la Salud Pública, tal y como hemos hecho durante esta emergencia sanitaria. Ya advertía el premio Nobel de Economía, Daniel Kahneman, que los que esperan perder, lucharán más que los que esperan ganar para frenar el cambio, por el simple sesgo o mecanismo que este psicólogo denominaba aversión a la pérdida. Pero en esta ecuación, donde los farmacéuticos solo proponemos sumar para atender necesidades sanitarias y sociales no cubiertas, no se adivina quién sale perdiendo y es difícil sostener por qué no, sin caer en la demagogia o en la defensa de unos intereses que, desde luego, no son los de la sociedad. En cualquier caso, los farmacéuticos no vamos a cejar en el empeño mostrando siempre una actitud constructiva, porque somos conscientes del enorme valor que supondría para la sanidad y el propio sector integrarnos efectivamente en el Sistema Nacional de Salud y participar, junto con el resto del equipo asistencial, en la atención sanitaria integral que merecen los pacientes. En esta dirección hemos seguido trabajando en el Colegio impulsando nuestra propia hoja de ruta que incluye la futura Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica de la Comunidad de Resumimos una veintena de acciones destacadas que este Colegio ha sacado adelante con la ayuda de sus colegiados. Gracias a este empuje, fruto del compromiso profesional y la responsabilidad social que hemos asumido como farmacéuticos, la Farmacia madrileña ha seguido marcando hitos importantes en su trayectoria. LUIS J. GONZÁLEZ DÍEZ Presidente del COFM Madrid. El pasado mes de diciembre conocimos el Anteproyecto y hemos presentado nuestras alegaciones para mejorar un texto que no solo consolida nuestro actual modelo, sino que nos servirá de plataforma para poner en marcha con la máxima seguridad jurídica una farmacia de futuro, con menos cargas administrativas y nuevas funciones, actividades y secciones que respondan a las demandas de la población y de los nuevos tiempos. Qué duda cabe que tenemos mucho que ganar, pero no nos olvidemos que también tenemos mucho que perder si no lo conseguimos. Mantener el actual statu quo de la farmacia o pretender vivir ajenos a los retos sociales, sanitarios y demográficos o a la transformación digital que se está produciendo no es ninguna opción. El inmovilismo condena nuestro desarrollo profesional y nos aboca, en el medio o largo plazo, a un ejercicio de supervivencia en el actual marco de política farmacéutica, anclada en un sistema de descuentos y deducciones desde hace más de 20 años y en el recorte continuado de los precios de los medicamentos dispensados por la farmacia. Hemos dado un paso importante para construir el futuro que queremos con el inicio del trámite de una nueva Ley de Farmacia. Confiamos que este año podamos celebrar que la Farmacia madrileña tenga una nueva norma con el máximo consenso político y profesional para abrir nuevos caminos y seguir avanzando durante los próximos 20 años.
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