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Luis González: “Las subastas de medicamentos es fruto de una política fracasada”
Declaraciones del presidente del COFM a la revista “Pharma Market” en las que pone de relieve que este sistema redundaría en mayores desabastecimientos
El presidente del Colegio Oficial de Farmacéutico, Luis González, asegura durante una entrevista con la revista “Pharma Market” que el modelo de subastas no le parece adecuado, “sobre todo porque, a diferencia de las demás subastas, en las que gana el precio más caro, el precio del medicamento es a la baja constantemente. Hasta que llega un momento en el que hasta el propio usuario pregunta en la farmacia si un medicamento, con el precio que tiene, cura o no cura”. Evidentemente, añade que si el producto está registrado en la Agencia del Medicamento (AEMPS) y está autorizado tiene que ser perfecto, “pero si tenemos en cuenta el embalaje, el blíster, el cartón, el prospecto, ¿eso no cuesta más de un euro o incluso unos céntimos, como cuestan algunos fármacos?”, se plantea.
En definitiva, apunta que “se trata de una cuestión política”, pero advierte de que deberíamos considerar que, “si genera tal ahorro y bienestar para la población, como se dice, me extraña que no lo hayan copiado en otras autonomías; comunidades limítrofes no las han llevado a cabo, incluso gobernando el mismo partido político”.
Además, indica que le gustaría saber cuánto se ha ahorrado y si ese ahorro ha ido al sector, “porque entiendo que debería ser así, para destinarlo a innovación, por ejemplo”.
En cuanto a llevar este sistema al nivel nacional, al presidente colegial le parece “dificilísimo que a todos los pacientes del resto de España nos vayan a cambiar la medicación, con todos los inconvenientes que conlleva, especialmente, para los enfermos crónicos, los polimedicados, las personas mayores…”.
“Sobre todo, me cuesta mucho trabajo creer que haya un laboratorio único que distribuya para toda España y que no produzca desabastecimiento, cuando hemos visto que han habido laboratorios que se han estado utilizando en las subastas y que no cubrían el 100% de una sola autonomía”, recuerda.
En definitiva, defiende que se trata de “una política fracasada, que se ha ensayado en Andalucía con malos resultados para los pacientes y para los profesionales. No tiene ningún apoyo del sector, no asegura ni tan siquiera ahorros porque requeriría un cambio radical en la prescripción que obligue a todos los médicos a prescribir por principio activo. Y, lo que es más importante, asfixiaría económicamente a las farmacias y provocaría más desabastecimientos de alcance nacional, sin posibilidad de ningún salvavidas por parte de los laboratorios, como se ha hecho en el caso andaluz, en un mercado que está ya sometido a presión por esta razón”.
“No se han estudiado a fondo sus consecuencias para el sector y espero que se opte por otro tipo de reformas y medidas que planteen incentivos y busquen la colaboración e implicación de los profesionales”, concluye.
06 de septiembre de 2019
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