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El Grupo Cofares celebró ayer, en el Paraninfo de la Universidad Complutense de Madrid, el primer ‘Acto de reconocimiento a los farmacéuticos Tutores de Prácticas Tuteladas’ y ha hecho entrega de los premios ‘Tutor Destacado’ y ‘Erasmus Excelente’ a las facultades de farmacia de la Comunidad de Madrid.

El acto contó con la participación de Eduardo Pastor, presidente del Grupo Cofares, quien estuvo acompañado por Carmen Peña, presidenta saliente de la Federación Internacional de Farmacia (FIP); Luis González, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos (COF) de Madrid, y los rectores y decanos de las universidades de Alcalá, San Pablo CEU, Alfonso X, Francisco de Vitoria, Universidad Europea y Complutense.

Durante su intervención Eduardo Pastor, recordó la importante labor que llevan a cabo los tutores de prácticas de la titulación de farmacia, una profesión “vocacional y apasionante”, y ha apuntado que el acto de reconocimiento es la mejor manera de darles visibilidad.

En este sentido, Pastor alentó a los alumnos del último año a afrontar el reto de abandonar las aulas para adentrarse en el mundo profesional, un momento “en el que asumen el compromiso con el paciente al enfrentarse al reto de organizar una oficina de farmacia y de gestionar los medicamentos, con atención a su conservación y dispensación”.

Por su parte, Luis González, presidente del COF de Madrid, destacó la colaboración de la institución madrileña en este ámbito, “actualmente tenemos convenios de colaboración con todas las universidades que imparten la asignatura de prácticas tuteladas en la Carrera de Farmacia». Al respecto, el presidente de los farmacéuticos madrileños recordó la importante labor de los 1.120 farmacéuticos acreditados como tutores en Madrid que han ayudado a la formación de 12.000 alumnos.

Finalmente, Carmen Peña defendió la creación de equipos de trabajo coordinados entre farmacéuticos clínicos, académicos e investigadores, y puso en valor el papel de las prácticas tuteladas ya que "han supuesto un beneficio no solo para la profesión, sino para la sociedad y para el paciente". Para Peña, "transformar la ciencia y la educación en habilidades clínicas es un gran reto para nuestra profesión y una gran necesidad para el paciente del siglo XXI".