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Carlos Ibáñez habla para el programa Marca España de Radio Nacional sobre el papel del farmacéutico en la sociedad actual y las novedades e importancia de la próxima edición de Infarma 2022, que se celebrará el próximo mes de marzo.

¿Cuáles son los objetivos de Infarma? ¿Quiénes son los organizadores, quiénes participan?

Los organizadores son los colegios de Madrid y de Barcelona junto con Interalia, empresa que desarrolla la actividad de contratación y los stands, en lo que a la parte de feria se refiere. Por tanto, es un congreso y es una feria como las que se celebran en toda Europa. En estos momentos somos ya la segunda, posiblemente de toda Europa, si no la primera ya, en cuanto a volumen de participación de la industria farmacéutica y también en asistencia al congreso por la calidad de sus ponencias.

¿El 2022 será ya presencial?

Sí, eso esperamos. En 2020 estuvimos a punto de celebrarlo y finalmente hubo que anular. ¿Qué hemos hecho mientras tanto? Hemos celebrado congresos virtuales: Infarma Jornadas Digitales COVID-19, en 2020, e Infarma Virtual 2021. Por lo menos hemos mantenido el espíritu de lo que es Infarma.

¿Aunque sea presencial se transmitirá por algún canal online?

Sí. Se está viendo en la propia web de Infarma. E incluso estamos viendo otras posibilidades, también con el fin de abarcar a muchos farmacéuticos que por razones determinadas no puedan asistir, y cómo lo vamos a articular porque tenemos cinco grandes salas. Y luego tenemos una especial que se ha autorizado también por el comité científico de Infarma. Será una sala especializada solo y exclusivamente a hablar de COVID, la situación, qué está sucediendo, etc.

Ahí contaremos con todas las personas que tengan algo que decir, sobre todo, al farmacéutico que está en vanguardia. Porque él es el primero que recibe el impacto del problema que le pueda surgir al ciudadano, ya que está en la puerta de entrada de todos los problemas relacionados con la salud.

¿Qué fechas se manejan y cómo se podrá participar como congresista o como visitante?

Las fechas de Infarma 2022 son el 22, 23 y 24 del próximo mes de marzo. Los farmacéuticos ya están inscribiéndose en una de las dos modalidades. El que quiera asistir al congreso se inscribe como congresista y recibe toda la información de las ponencias, etc. Y el que quiere asistir como visitante a lo que es la feria. En la feria se plantean los últimos avances de aquellos laboratorios que presentan novedades en productos. No productos de prescripción, que saben que no se puede hacer publicidad, sino otro tipo de productos, como los de cosmética, dentro del ámbito de los medicamentos que no precisan receta médica, etc.

Pero hay mucho, porque también está la sala dedicada a robots, cómo se avanza en las farmacias para que sea más ágil y meticulosa. O sea, se está a lo último de la tecnología.

¿Cuál es el papel actual de los farmacéuticos en la sociedad?

En España, como en el resto de Europa, la profesión farmacéutica está regulada por ley. Nosotros tenemos una ley del año 98 que consideramos que ya es un poco antigua. Y por eso, en estos momentos se está trabajando con la Consejería de Sanidad una ley que sea más progresista, que sea del siglo XXI. Porque la demanda del año 98 de la población no tiene nada que ver con las demandas actuales. Y, sobre todo, en el último año, que hemos padecido una situación anómala, completamente novedosa, donde, desde luego, se han visto carencias y se ha visto el papel del farmacéutico.

En la encuesta que hemos presentado recientemente, realizada por GAD3, creo que no hay ninguna sospecha en ese sentido. Estamos contentísimos porque la valoración, sobre todo después de este año de pandemia, que hace la población sobre cuál ha sido el papel de la farmacia, si ha habido problemas o no con la retirada de sus medicamentos, es del 94,5% de satisfacción. Es decir, un índice muy alto.

¿Qué diferencias existen a la hora de aprobar los productos que se venden en farmacias con los que lo hacen en parafarmacias?

Todos los medicamentos los aprueba la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps) y es exclusivo de las farmacias por ley. O sea, todo lo que es medicamento, incluido el medicamento homeopático, está autorizado por la Aemps para que esa dispensación se realice en la oficina de farmacia. La denominada parafarmacia, que puede ser desde la dermocosmética hasta cualquier tema de óptica o de ortopedia o cualquier otro producto que no sea sanitario, pueden verse en farmacias o fuera de las farmacias. Lo que sucede es que en España el concepto de parafarmacia es más bien pobre. Hay poco establecimiento que se dedique a eso; en Europa los hay más. Y la farmacia debe tener esos productos también.

Ahora estamos hablando más de servicios. Y esto es lo que nos interesa. El ciudadano lo que pide cada vez más no es el producto solo y exclusivamente, sino servicios y en eso estamos. Una farmacia moderna que se acople a lo que realmente la población necesita.

¿El farmacéutico que prepara sus propios medicamentos a petición del paciente está en extinción o se sigue investigando en la “rebotica”?

No es investigación. Supongo que se refiere a las fórmulas magistrales, los preparados que realiza el farmacéutico, el antiguo alquimista, y lo prepara en su farmacia. Eso sigue, es una esencia fundamental. Lo que sucede es que los requisitos que se exigen son muchos y no todas las farmacias pueden hacerlo. Pueden hacer determinadas fórmulas y aquellas otras que no puedan hacer que estén prescritas por médicos, lo que hacen es lo que se llama formulación a terceros. Es decir, piden a aquella farmacia que sí tiene medios a hacer esa formulación que ha sido encargada. Pero sí, se sigue haciendo y además ocupa un volumen importante en España. Tenga en cuenta que todo lo que es pediatría no hay medicamento prácticamente. Entonces se utiliza mucho la fórmula magistral. Y en temas de preoperativo o posoperatorio exactamente igual, se utiliza la fórmula magistral.

¿Existen diferencias entre las farmacias españolas y las europeas? Porque en Europa tienen mayor cultura de la unidosis

Lo que es el concepto de farmacia sí es similar prácticamente en toda Europa. Lo que sucede luego es que las legislaciones son distintas, por ejemplo, tanto en habitantes como en distancias pueden ser distintas.

Lo de la unidosis aquí no se habla mucho de ello. Todavía en esto no se ha avanzado y no está contemplado si se tienen que dar cuatro cápsulas o cuatro comprimidos. Porque la Aemps cuando autoriza un medicamento que propone la industria farmacéutica, generalmente ya está acoplado al tratamiento que requiere ese paciente. Lo que no debemos de hacer es abandonar la duración del tratamiento que se nos propone, que para eso éramos muy amigos de abandonar. O sea, yo ya me encuentro bien y a la tercera pastilla dejaba el tratamiento. En eso hay que tener mucho cuidado. Como tampoco en autodiagnosticarse ni automedicarse, no, eso nunca.

¿Cómo está afectando la pandemia a este sector?

Hemos tenido algunos aplausos aislados, sobre todo en zonas rurales donde la policía municipal se acercaba a las farmacias y la gente salía a aplaudir. Pero el farmacéutico se considera sanitario y así hemos de considerarlo. Cuando se oían esos aplausos, el farmacéutico sentía que los recibía porque está haciendo un papel asistencial importantísimo.

¿Cómo les está afectando la pandemia?

Lamentablemente la primera ola y la segunda ola fueron tremendas. Primero, nadie sabía a qué se enfrentaba. En segundo lugar, no sabíamos cómo protegernos ni había nada para protegernos. Las famosas mascarillas eran un problema tremendo y estamos hablando de una farmacia… Pues ni para ellos teníamos mascarillas. Es decir, que hubo muchos contagios en los farmacéuticos y el personal de farmacia y 17 fallecimientos. Esto es lo lamentable.

Esta misma semana distinguimos a un grupo de farmacéuticos muy importantes que, cuando nos autorizaron, realizaron test de antígenos a la población de las zonas necesitadas de cribado de forma voluntaria, gratuita y altruista. Porque todo tiene que ser autorizado y no se dan cuenta que en Madrid tenemos 2.905 farmacias, es decir, una capilaridad que llega a la población de inmediato.

Y los gestores de la sanidad estatal deberían aplicar, no solo hablar, realmente las bondades que pueda tener un establecimiento sanitario definido por ley, como es la farmacia.

¿Cree que la confianza de la ciudadanía en las farmacias ha cambiado a lo largo de las décadas?

En cuanto a la conducta, sí ha cambiado en las últimas décadas, seguro. Yo solamente le digo que hicimos con GAD3 una encuesta previa a Infarma 2020, que no la pudimos exponer porque vino el confinamiento, y hemos hecho ahora la posterior. Si teníamos unos datos de cuál era la situación de la farmacia antes, lo lógico era hacer el posterior estudio, durante la pandemia, y qué es lo que ha cambiado. Y la verdad es que sí. En un año, aunque sea la pandemia, ha cambiado muchísimo la percepción del ciudadano, al menos aquí en Madrid, y la mayoría considera, y eso ha costado, que la farmacia es un establecimiento sanitario, no es un comercio.

¿Puede negarse el farmacéutico a dispensar algún medicamento, aunque esté apoyado por la Agencia Española?

No voy a entrar en el objetor de conciencia, que sería el único caso. Lo demás tienen que dispensarlo, si está en la base de datos de medicamentos financiados por el Estado o no financiados y están reconocidos y autorizados por la Agencia, evidentemente, el farmacéutico tiene que dispensarlo. Otra cosa sería ya la objeción de conciencia y eso ya es una cuestión personal.

¿Cuál es el papel del director general del Colegio de Farmacéuticos?

En la organización tenemos un Consejo General de Colegios que agrupa a todos los colegios de España, a las 17 comunidades autónomas, unos cincuenta y tantos colegios. Y está agrupado en lo que es el Consejo General. Y luego cada colegio tiene su estructura. Una estructura que es más política y de representación de los farmacéuticos que son elegidos por cuatro años y otros cuatro años más por estatutos. Y luego está la parte ejecutiva de la gestión de lo que es, en este caso, una corporación de derecho público. En el caso del COFM es el colegio más grande España. Estamos hablando de 100 empleados, por un lado, más una sociedad mercantil que tiene otros 30. Y además estamos hablando de que desde el Colegio se gestiona la receta electrónica, lo que implica muchos recursos, mucha tecnología y ahí, más que como una corporación, está conceptuado como una empresa.

La actividad es más empresarial. Por lo tanto, la Dirección General lo que hace es intentar gestionar los recursos que están a disposición de los farmacéuticos, como es toda la información de farmacología, de recetas... Si la receta prescrita está bien o le falta algo o hay que añadir. Toda esa información al farmacéutico se tiene que gestionar desde esta casa.  Tenemos un Centro de Información del Medicamento muy potente y todo eso tiene que gestionarse. Y esa es mi labor.

¿Además del propio grado de Farmacia debería darse alguna base de farmacología en otros cursos pre o universitarios?

Nosotros aquí hacemos muchos cursos. Efectivamente, la farmacología es la estrella, es la número uno. Quien más horas lectivas tiene en farmacología es el farmacéutico y eso no se conoce. Muchas más que el médico, muchísimas más que los enfermeros y muchísimas más que los veterinarios.

Es decir, que realmente quien conoce el medicamento y es el especialista del medicamento es el farmacéutico. No dude la población en consultar al farmacéutico sobre cualquier cuestión relacionada con el medicamento. Porque es el que realmente sabe.

¿Cómo estamos en España en investigación en Farmaindustria?

Farmaindustria es la patronal de los laboratorios, sean europeos, internacionales o incluso laboratorios españoles. En investigación la mayoría de los laboratorios internacionales están en toda Europa o en Estados Unidos. En España sí hay una apuesta muy importante por inversión en I+D y también en inversión en recursos humanos y en fabricación.

Por tanto, considero que la industria farmacéutica, desde luego, está dando un importante papel de apoyo en la sanidad española. La sociedad debería de reconocerlo simplemente con el avance de las vacunas. No se podía pensar que en tan poco tiempo pudiera ser autorizada una vacuna. Esos son muchos esfuerzos y muchos recursos.